El Discurso


1.- BRINDIS POR LAS MADRES
Buenas noches con todos los presentes.
Hay tareas que a veces se las recibe con desagrado, algunas por obligación... pero otras representan una distinción como la que me ha tocado en esta noche. Pues realmente me es grato dirigirme a Uds. Para recordarles que todos recibimos una bendición al nacer, pues fuimos ungidos por Dios con el don de la vida. Pero es también preciso recordar que ese milagro sólo pudo ser posible porque hubo una mujer que nos cobijó en su ser con abnegación, sacrificio y por sobre todo con infinito amor. Porque fue amor lo que recibimos cuando nos dijeron por primera vez con su dulce voz ¡HIJO MIO! Porque fueron ellas las que sufrían con nuestras tristezas y reían con nuestras alegrías. Por eso es preciso brindar por quien nos regaló el don preciado de la vida. Por ese bendito ser que nos llevó de la mano cuando no podíamos caminar. Por aquella que nos consolaba y reconfortaba en su regazo. Por los que disfrutan la fortuna de tener a su lado a su Querida Madre. Por Uds. que saben que el amor de madre es eterno y que va mas allá de la distancia y el tiempo y cuyo recuerdo no se borra jamás. Por eso, os invito a alzar sus copas y elevar el corazón para decir: ¡QUE NUNCA NOSFALTEN! ¡Y QUE SIEMPRE ESTÉN CON NOSOTROS AQUÍ EN LA TIERRA O MIRÁNDONOS DESDE EL CIELO... SALUD MADRECITAS!


2.- CEREMONIA POR EL DIA DE LA MADRE
Señor Director, Señoras Y Señoritas Profesoras, Personal Complementario, Padres, y Madres de Familia, buenos días tengan todos ustedes. Hoy 2º domingo de mayo, fecha tan especial es para mí un alto honor tener bajo mi responsabilidad saludar en representación de toda la institución a un ser único, maravilloso y exclusivo: “LA MADRE” 
La palabra, Madre, se ahoga en mi garganta al querer hablar en elogio tuyo; ninguna podrá expresar la gran deuda que mi vida tiene con la tuya, después de ofrendar lo mejor de su juventud e ilusiones en el cuidado de mi infancia y niñez; ahora que ya he llegado al pleno uso de mis facultades y de mi razón, quiero expresarte desaliñada y pobremente, con sumisión y obediencia diaria, el respeto y gran cariño que por ti siento, recordándolo hoy, de manera especial en el merecido "DÍA DE LAS MADRES", aunque para todo hijo, todos los días deben ser iguales en obligaciones y amor inmenso para su madre, pudiendo demostrar con pequeñas simplezas cotidianas.
Madre, palabra santa, palabra de amor, de entrega, de lucha, de amiga, de consejera, madre, la que está siempre en las buenas y en las menos buenas, pero... siempre. La madre de hoy tiene un





doble reto en la sociedad "madre trabajadora "; ya que no solamente se dedica a su trabajo en el cumplimiento de su deber, sino que adicionalmente está en el empeño de sacar su hogar, de sacar su familia, de sacar a sus hijos adelante.
Madre, esa persona que con el dolor del parto nos trajeron al mundo y que siempre están ahí cuando más las necesitamos para apoyarnos y para corregirnos si es necesario. Claro que como hijos no debemos esperar a que sea día de las madres para demostrarles nuestro cariño y afecto si no cada día debemos agradecerle a Dios el hecho de que aun tengamos a nuestra madre a nuestro lado y debemos demostrarles nuestro amor y cariño.

3.- DISCURSO POR EL DIA DEL PADRE
Sin duda alguna, un verdadero Padre no es aquel que sólo engendra, sino que, por el contrario, es aquel que cría, y que se sacrifica, a cada instante por sacar a su familia adelante.
Asimismo, la palabra Papá, encierra mucho, amor, paciencia, dedicación y compromiso, para con sus hijos; y para con esa compañera de vida, que eligió para toda la vida, y con la cual, constituye sin dudas, un gran equipo, para sacar adelante su hogar. De este modo, ninguno de los dos es más que otro; es por ello, que ambos deben de ser homenajeados y reconocidos, como tal en su día.
Así, hoy que es el Día del Padre, sólo puedo expresarte todo mi amor, y decirte, gracias Papá, por todo tu esfuerzo, valentía, pero sobretodo, por todo tu amor incondicional. Gracias también, por luchar siempre, para que tu familia sea inmensamente feliz, sin importar las adversidades. Y gracias Padre Celestial, por elegirme como el hijo, de este gran hombre, que es mi mayor ejemplo a seguir, junto con Mamá; y a quien puedo llamar, día a día al despertarme, Papá.
Un feliz Día del Padre, para ti querido Papito; y para todos los Padres del mundo.

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